Fundación Abracadabra
Regalar magia con toda la ilusión
Érase una vez unos niños que creían en la Magia con mayúsculas.
No sólo en magos, hadas y duendes,
sino también en la Magia de la Solidaridad…
La Magia que mueve montañas y conmueve hasta los corazones más endurecidos, la que te deja un buen sabor de alma y una sonrisa en los ojos, la que une sueños y voluntades y hace posibles las utopías, la que imagina, crea y construye imposibles…
Esos niños, que soñaban cada noche y despertaban cada día con la Magia, se convirtieron en unos adultos empeñados en conseguir un mundo mejor: más justo, más feliz, más solidario, más mágico…
Decidieron que había que hacer algo para convertir ese sueño en realidad, y fundaron la Fundación Abracadabra de Magos Solidarios. Su lema: regalar Magia con toda la ilusión.
Buscaron a los mejores magos del mundo y los pusieron ante un público muy especial: enfermos que no se sienten bien, y sus padres, hermanos, abuelos… que están angustiados, preocupados; niños y jóvenes discapacitados que se sienten diferentes sin entender por qué; ancianos que sufren la soledad y el olvido…
Los magos solidarios conocen el poder terapéutico de la magia y saben perfectamente cómo hacer desaparecer la desesperación, el desánimo, la tristeza… Junto a ellos, todos cuantos formamos la Fundación Abracadabra trabajamos para darle algún sentido al dolor de esos pacientes y de sus familiares, que necesitan la Magia por encima de todas las cosas para no perder la esperanza, para seguir adelante cuando fallan las fuerzas, para mantener la sonrisa en la cara cuando el corazón llora o para encontrar un poco de consuelo ante la dureza de la vida.
En la Fundación Abracadabra sabemos que LA MAGIA con mayúsculas no es ningún cuento: es la Magia que no tiene truco ninguno, la Magia de la Solidaridad, y desde aquí os animamos a todos a practicarla. Que la magia te acompañe.